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La gente en definitiva siempre termina siendo muy aburrida, con esto de los sentimientos y las relaciones sociales. Hay veces que tenés que jugar a ser ciudadano hecho y derecho, pero en las cuatro paredes de tu casa sos libre de hacer lo que realmente viniste a hacer al mundo; sea comer dulce de batata del recto de un enano o tener relaciones homosexuales con una zanahoria. Sos LIBRE, 100% LIBRE de hacer lo que te gusta, y lo que no. Sin juicio ni castigo, sin ofender la moral ajena, donde tus acciones quedan en manos tuyas y de Dios.

Ah, re artículo 19.

Como decía, la gente es aburrida. Por eso los no gente somos enviados al mundo, para robar una sonrisa, para que la gente piense que somos pelotudos o enfermos mentales. Para que nos juzguen y no se juzguen a sí mismos.

Me voy a divertir, chau.